El cantante, músico y compositor Fernando Blanco acaba de publicar su libro "Parte del Mar. La historia del rock de Mar del Plata". Un trabajo más que completo escrito por quien fue testigo y protagonista de esta movida.
Por Marcelo Pasetti
En épocas de gira con su banda, Los Súper Ratones, Fernando Blanco siempre fantaseaba con el manager de la banda, el recordado Daniel Pérez, con la idea de escribir una historia del rock local y contar esos relatos que daban la sensación de perderse en el silencio de los tiempos.
Los años y los recitales fueron pasando y hoy, orgulloso, Fernando Blanco muestra un ejemplar de “Parte del Mar. La historia del rock en Mar del Plata”, un libro por demás completo a través del cual desfilan los principales grupos, bandas y solistas de la ciudad, anécdotas, testimonios y relatos que hacen más que llevadera la lectura.
“Cada página de su libro es una combinación de recuerdos sorprendentes que poco a poco componen una canción única y cautivante. Imagino que la narración de nuestro pasado roquero merecía tener letras y música armonizadas por un creador polifacético como Fernando”, escribió en el prólogo Carlos Balmaceda, secretario de Cultura de la Municipalidad de General Pueyrredon.
La pandemia que “encerró” a tantos fue la oportunidad para desarrollar este anhelado proyecto de Blanco, quien realizó más de 50 entrevistas, a músicos de la ciudad, de rock nacional, productores, plomos, sonidistas, managers y gente relacionada con la actividad musical.
Reconoce el autor que lo que más le llamó la atención de todos los testimonios es “el amor que todos le pusieron a su pasión por el rock. Indistintamente de la suerte que haya corrido la carrera de cada uno -afirmó en charla con LA CAPITAL-, todos le pusieron el hombro, desde ir a pegar afiches, pasar horas ensayando, lidiar con todas las dificultades de un país errático en su economía y en su logística”.
Mar del Plata, no solo en temporada, ha convocado a lo largo de las últimas décadas a los principales exponentes del género. “Hubo momentos -resalta el autor de Parte del Mar, quien todos los jueves le da vida a la noche beatle en Dickens- en que el rock pasó prácticamente por acá. En el verano del 69, Los gatos, Almendra y Manal vinieron a hacer temporada a Mar del Plata, y generosamente Litto Nebbia,, Emilio Del Guercio y Claudio Gabis me contaron sus recuerdos. Unos años más tarde -continuó- Pedro y Pablo, y La Cofradía vinieron al teatro de la Comedia, trayendo como banda soporte a unos pibes llamados Sui Generis. Miguel Cantilo me contó su historia también. Y ya en los 80, de chico, pude ver a Serú Girán, Gieco, Porcheto, y ya en el retorno de la democracia vinieron Virus, Soda, o Miguel Mateos, entre muchos que empezaban su camino a convertirse en leyendas”.
Festival de la Juventud, Rock in Bali y todos los personajes
La historia de los festivales de la Juventud, Rock in Bali, las bandas embrionarias, y los personajes más “mediáticos” del rock local son parte de este libro, imprescindible para quien busca adentrarse en los orígenes, desarrollo y crecimiento de este género. En realidad, no falta nadie…
Siempre rondó en el ambiente musical local una pregunta: ¿por qué Mar del Plata, habiendo sido tan fuerte, no llegó a ser una Rosario en cuanto a trascendencia nacional?. Para Fernando Blanco “es una de las cosas más difíciles de explicar. Y esa sensación sobrevuela el libro ya que muchas bandas estuvieron a punto de dar el gran salto a nivel nacional. Algunos piensan que nos faltó trabajo en equipo y es probable que tengan razón”, comenta desde el otro lado del mostrador. “Yo creo -reflexiona- que nos faltó algo de identidad y de apoyar lo nuestro. Mi apuesta con los Súper Ratones fue revertir eso. Conscientemente le dimos una onda playera propia de acá y apostamos a que el público local nos apoye y nos acompañe en nuestra apuesta a trascender. Cuando salió el disco fue acá en donde vendimos muchos y luego empezó a prender en el resto del país. Toda esa historia la cuento en este libro por primera vez”, resalta.
De la lectura del libro se desprende que, tras un trabajo más que minucioso y complejo, no falta nadie. Todos aquellos que aportaron al rock local tienen su espacio. “Hay figuras que dedicaron su vida al rock y merecían un reconocimiento. Bateristas como Roque Figliuolo o Chicho Romairone, bajistas como el Tira Arseni o Fabián Spampinato, un tecladista como Alejandro Belsito, guitarristas como Mario Orbe o Marcos Maldonado, son algunos de la vieja guardia que podría poner en mi banda (risas). Yo cantaría nada más. Por supuesto -añade- después de mi generación, la de la segunda mitad de los 80, hubo y hay varios talentos a destacar y en el libro intenté ponerlos a todos”.
La “vida musical” de Blanco cambió cuando vio a Queen en vivo en el Mundialista. “Yo tenía 13 años y ya era fan de la banda. Verlos a 15 cuadras de mi casa fue un milagro y salí del lugar sabiendo qué era lo que quería hacer el resto de mi vida”.
No le fue nada mal en su rica carrera musical. Centenares de shows, discos con grupos y como solista y presentaciones para todos los gustos. “El que más disfruté -señala- fue una maratón del ya desaparecido supermercado Elefante. Llegamos de viaje con los Súper en micro de gira y fuimos directo a la costa. Había miles y miles de personas. Tocábamos de espaldas a la pileta cubierta y veía gente bailar en el Torreón. Fue una locura. Estuvimos media hora para volver al camarín, y fue nuestra pequeña beatlemanía. Años después, ya con Nube 9, tocamos con León Gieco en el Polideportivo y también lo disfruté muchísimo”.
El rock de Mar del Plata escribió hermosas páginas. Hoy ya cuenta con su merecido libro.